Segunda película
Después de descubrir "El Cine: La Película", ya puedes continuar la historia con la segunda entrega de la saga.
Vuelve a disfrutar de "El Cine: El Asesino Blanco". Y este viernes, la tercera entrega, "El Cine: El Desafío Final".
Capítulo 1: Tres meses después
“Sofía había descubierto que Patricia había fingido su propia muerte para poder continuar con los asesinatos sin que nadie sospechase nada de ella.
Por la tarde, se dirigió al cementerio para despedir a Javier. Unas lágrimas cayeron por su cara al observar su tumba y la de Gonzalo.
Sofía salió del cementerio con una rosa blanca en la mano, significando que iba a comenzar una nueva etapa en su vida…”… Tres meses después
Habían pasado tres meses desde la muerte de Javier y Gonzalo, y desde que Sofía descubriese que el asesino del cine de la ciudad era Patricia.
Sofía intentaba recuperar su vida, viviendo de nuevo con su madre. Actualmente, trabajaba en prácticas para un ministerio judicial encargado de seguir pistas. Sofía había conseguido el puesto gracias a la captura de la asesina.
Tenía nuevos amigos. Una íntima amiga llamada Carmen, y un íntimo amigo llamado Samuel. Los tres eran un buen grupo de amigos.
Horas después, a kilómetros de distancia…
Un hombre corría por un bosque asustado, había visto algo que le había dejado impactado. Salió a una carretera pero no pasaba ningún coche. Mientras esperaba a que llegase un coche, alguien le cogió y le mató.
Sofía, Samuel y Carmen fueron horas después a aquel lugar donde había aparecido el cadáver.
-Fíjate lo que le ha hecho-dijo Carmen.
-Es una especie de símbolo-dijo Sofía.
-¡No digan eso!-dijo un hombre que pasaba por allí-, ¡no lo digan!
-¿Por qué?-dijo Sofía.
-Yo se quién ha sido-dijo el hombre.
-¿Quién?-dijo Carmen.
-No se lo diré-dijo el hombre-, me tomarán por loco.
-No le tomaremos por loco-dijo Samuel-, díganoslo.
-El asesino blanco-dijo el hombre.
Capítulo 2: La leyenda
El hombre se marchó tras pronunciar esas palabras. Los tres se quedaron algo extrañados:
-¿El asesino blanco?-dijo Sofía.
-Sí-dijo Samuel-, es una leyenda.
-Cuéntela, así nos entretenemos-dijo Carmen.
-En el pueblo que hay aquí-dijo Samuel-, se rumorea que un hombre se volvió loco y comenzó a matar hasta casi extinguir el pueblo. Todos sabían quien era ya que llevaba un símbolo blanco en el cuello.
-¿Cuánto hace de eso?-dijo Sofía.
-Unos cincuenta años dicen-dijo Samuel-, además la leyenda dice que fue asesinado por una joven, la última del pueblo.
-Un segundo-dijo Carmen-, si fue asesinado hace cincuenta años, ¿me estás diciendo que ha resucitado y ha vuelto a matar?
-No-dijo Samuel-, eso es imposible.
-Seguramente le hayan asesinado y le hayan puesto un símbolo que casualmente es blanco-dijo Sofía.
-Y que casualmente coincide con el símbolo del asesino blanco-dijo Samuel.
-Tenemos que seguir investigando-dijo Sofía.
-¿Entonces la teoría de que fue asesinado por el asesino blanco?-dijo Carmen.
-Anulada por supuesto-dijo Sofía.
Los tres se marcharon de allí. Al día siguiente, Sofía estaba viendo la televisión mientras cenaba cuando sonó el teléfono.
-Dime Carmen-dijo Sofía-, ¿otro muerto? ¿Con el mismo símbolo? Voy para allá.
Los tres se dirigieron de nuevo al pueblo para ver a la segunda víctima de los homicidios que estaban ocurriendo.
Capítulo 3: El asesino blanco
Los tres pudieron observar que el cadáver ahora era de una mujer y que tenía el mismo símbolo blanco.
-Esto ya es más complicado-dijo Sofía.
-Yo estoy empezando a tener miedo-dijo Carmen.
-¿De qué?-dijo Samuel.
-Del asesino blanco-dijo Carmen.
-Carmen por Dios-dijo Sofía-, es una leyenda. Alguien estará matando y ha decidido utilizar este método. Voy a ir a buscar pruebas al bosque.
-¿Sola?-dijo Carmen.
-No-dijo Sofía-, con el asesino fantasma.
Sofía comenzó a meterse en la oscuridad del bosque. Intentaba buscar pruebas. En un momento, sintió que alguien le estaba observando.
-¿Hay alguien ahí?-dijo Sofía.
Nadie contestó. Siguió andando y vio una especie de espantapájaros. Se acercó a él y al levantarle un poco el gorro pudo ver que tenía cuello y tenía el símbolo más blanco que nunca. En ese momento le miró a la cara y los ojos se movieron.
Sofía comenzó a correr mientras el asesino blanco saltó y comenzó a correr detrás de ellas con un sable en la mano.
-¡Miriam!-dijo el asesino blanco-, ¡No huyas!
Sofía continuó corriendo hasta que salió del bosque y regresó a la carretera donde se chocó con Carmen.
Había aparecido casi llorando y sudando.
-¿Qué te pasa?-dijo Carmen.
-¡El asesino!-dijo Sofía-, ¡el asesino blanco!
-¿Qué pasa?-dijo Carmen.
-¡Me estaba persiguiendo!-dijo Sofía-, ¡me quería matar!
-¡Qué chorradas estás diciendo!-dijo Carmen-, se supone que era mentira.
-Os lo juro-dijo Sofía-, pero me llamaba Miriam.
-¿Cómo?-dijo Samuel.
-Miriam-dijo Sofía.
-Creo que será mejor que vayamos a otro sitio-dijo Samuel.
Capítulo 4: Miriam
Los tres se dirigieron en coche hasta el pueblo. Allí fueron al ayuntamiento a leer correctamente la leyenda del asesino blanco. Después de leerla, Samuel encontró la clave.
-¡Aquí lo pone!-dijo Samuel-, la joven que asesinó al asesino blanco se llamaba Miriam.
-Entonces-dijo Sofía-, ¿el cree que fui yo quien le mató?
-¡Pero qué es esto!-dijo Carmen-, no era el asesino blanco. ¡Está muerto!
-Está vivo-dijo Sofía-, o muerto pero muy vivo. ¡Me ha intentado matar!
-Está claro que dice la verdad Carmen-dijo Samuel.
-¡Pero os habéis vuelto locos!-dijo Carmen.
-Tú eras la primera que creía que estaba vivo-dijo Sofía.
-Yo lo creo ahora-dijo Carmen-, pero nadie más lo creerá.
-Es cierto-dijo Samuel-, en el ministerio nadie nos creerá.
-Me da igual eso-dijo Sofía-, vamos a cogerle.
-¿Cómo?-dijo Carmen.
-Creo que tenéis delante de vosotros el cebo-dijo Sofía.
-¡Ni se te ocurra!-dijo Samuel-, no arriesgarás tu vida.
-Ya lo hice cuando el asesino del cine-dijo Sofía.
-Esto es distinto-dijo Samuel.
-Me da igual-dijo Sofía-, ¿cuántos días quedan para la noche en la que le asesinaron?
-Es esta noche-dijo Carmen-, dentro de dos horas en la plaza del pueblo.
-Pues no nos retrasemos-dijo Sofía.
Los tres se dirigieron a la plaza del pueblo con la esperanza de que el asesino blanco cayese en la trampa.
Capítulo 5: La noche
Sólo quedaban unos minutos para el momento. Sofía estaba preparada. Samuel y Carmen estaban escondidos.
Sonó el reloj de la iglesia. En ese momento, Sofía pudo ver como se abrieron las puertas de la iglesia y el asesino blanco avanzaba poco a poco hacia ella.
-¡Disparad!-dijo Sofía.
Carmen y Samuel salieron de donde estaban escondidos y comenzaron a dispararle. El asesino blanco esquivó las balas y saltó sobre Sofía.
Ella se defendió y consiguió clavarle el sable en la pierna. Vio que su sangre era cuavulada, es decir, que es un tipo de sangre que hay cuando el cuerpo ya está muerto.
El asesino huyó. Los tres se quedaron observando que no iba a regresar al pueblo.
-¿Cómo lo cogeremos ahora?-dijo Carmen.
-No lo sé-dijo Sofía.
En ese momento, una mano abrió una celda: habían liberado a Patricia.
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